¿Qué opinas de los abogados?
Un día lancé una encuesta anónima en una comunidad de emprendedores.
Quería saber qué experiencia habían tenido y casi me echo a llorar: “Gente fría; sin escrúpulos; van a la suya; solo les interesa el dinero; no se les entiende; carentes de empatía: prefieren litigar que negociar; los evito ante todo…”
WOW…
Cuando lancé “UnaAbogadaDiferente” quería dejar claro con qué tipo de abogada ibas a tropezar.
Decidí “salir del armario jurídico” y rendirme a un ejercicio de la profesión con un toque personal más “flower power”, mas conciliador, más humano, más cercano.
No soy un “rottweiler”.
No judicializo sentimientos.
Y no quiero clientes que “amenazan” con un “te las verás con mi abogada”. Al contrario, porque no soy una matona del “tres al cuarto”.
Así que si quieres desarrollar una empresa con alma, considera incorporar a un abogado como parte de tu equipo, como una pieza más del puzzle de tu negocio. Porque en el mundo de la empresa no tiene sentido llamarnos cuando el problema ya está hecho. Porque debemos ser efectivos antes para intentar evitarlos.
Siempre he dicho que no me gusta el currículum porque no define a las personas y que lo que mejor sabemos hacer trasciende el papel.
En mi caso, como datos técnicos, te cuento que estudié Derecho, me formé en Mediación y Gestión de Conflictos, en Coaching Personal Ejecutivo, en Diseño Humano, en Facilitación de Cambio Organizacional, en Triformación Social, Desarrollo de Organizaciones y en Astrología Empresarial.
Me encanta la empresa, me encantan las personas y me fascina descubrir cómo interaccionan la una con las otras.
Con mi maletín de herramientas, diferente al del abogado tradicional, ayudo a ampliar la mirada empresarial, como las gafas de presbicia nos ayudan a leer la letra pequeña a los que tenemos más de 40.
Te cuento que mi toque diferente un día, alguien lo describió así:
(D) ivertida
(I) maginativa
(F) eliz
(E) mprendedora
(R) isueña
(E) motiva
(N) oble
(T) olerante
(E) ntrañable